22 de septiembre de 2008

MANGLARES DE TABASCO especie amenazada por el hombre


Por Lester A. Wilson

Paraíso, Tab. Ago. 30.-
Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, la palabra mangle es el nombre común aplicado a varios tipos de plantas tropicales organizadas principalmente en tres familias distintas. Los mangles son árboles o arbustos que presentan la característica común de crecer en aguas someras, fangosas, arenosas o salobres, en especial a lo largo de costas y estuarios de aguas tranquilas.
En Tabasco, los manglares se encuentran distribuidos en la parte posterior del cordón litoral, bordeando las lagunas que se extienden paralelas a la costa y que tienen conexión con el mar; su presencia está condicionada a las situaciones de inundación y concentración de sales disueltas en agua; las especies dominantes en la región son el mangle rojo (Rhizophora mangle); el mangle blanco (Laguncularia racemosa), así como el mangle prieto o negro (Avicennia germinans).
Aunque en nuestra entidad existen manglares de costa que no tienen aporte de agua dulce desde el interior, existen en otras geografías manglares de desembocadura que se sitúan en los deltas de los ríos y que suelen presentar una gran extensión, y manglares de arrecife.
Estas zonas de manglares son muy importantes, ya que parte de las inundaciones que se distribuyen a lo largo de las zonas de manglares, permite la acumulación de sedimentos, con lo que se gana terreno al mar y se estabiliza la línea costera; sin ellos, se acentuarían las condiciones del proceso erosivo del mar hacia el continente, así como el aumento de la salinidad de los suelos.
Sin embargo durante los últimos años, la contaminación ambiental generada en gran medida por las actividades de la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos, la depredación que llevan a cabo los productores de carbón y el aumento en el nivel de las aguas de los océanos, ha originado que cientos de hectáreas de manglares sean devastadas, causando preocupación entre biólogos, ecólogos y especialistas, tanto del estado como del resto del país, algunos de los cuales piden que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) destine presupuesto para la conservación de este tipo de hábitat.
El objetivo principal de la protección y conservación de los humedales costeros y bosques de mangle es incrementar la atención y educación del público acerca de estos hábitats, proporcionar áreas designadas para conservación, e integrar la restauración de humedales y manglares costeros en la planeación actual. Los gobiernos nacionales no han sido capaces de regular eficazmente el desarrollo y la industria para salvar muchos humedales, asimismo, los desarrollos actuales no están adecuadamente planeados e implementados para proporcionar conservación, restauración y medidas de mitigación para los humedales cercanos.
Es por ello que son necesarias medidas más estrictas que regulen el cumplimiento forzoso de la ley para proteger los manglares. También es esencial que las comunidades locales se involucren en la administración y protección de la base de sus recursos costeros, incluyendo los bosques de mangle cercanos.

EL CASO DE LA
ISLA REBECA

Durante el trienio de gobierno del entonces alcalde Jorge García Fernández, se impulsó el proyecto turístico denominado isla Rebeca, ubicada en la ranchería Las Flores, con una dimensión de 1 mil 132 hectáreas, entre terrenos y cuerpos de agua, de las cuales 132 pertenecen a la isla que pretendidamente sería convertida en un balneario turístico y cuya finalidad es conseguir que sea declarada como reserva ecológica.
Situada a unos doce kilómetros de la cabecera municipal, la isla Rebeca –como la mayoría de los escenarios naturales que se encuentran en las márgenes de lagunas y ríos-, presenta un deterioro ecológico en sus manglares, la depredación que los carboneros hacen de este árbol es preocupante, ya que para producir la materia prima que es el carbón, queman grandes cantidades de mangle blanco sin ningún control.
El biólogo Alberto Utrera Domínguez, asegura que la tala inmoderada sin el manejo adecuado ha provocado cuantiosos deterioros de los manglares paraiseños, esto repercute en la pérdida del hábitat de muchas especies nativas tanto de la flora como de la fauna, como el lirio acuático que sirve para proteger especies en su etapa de reproducción, lo que provoca que haya mortandad de las pesquerías y por ende, baje la producción de las especies y la captura de los pescadores locales.
Utrera Domínguez lamentó que las autoridades no tengan plena conciencia de la enorme importancia de los manglares, “no en vano estas plantas son consideradas como una reserva ecológica a nivel mundial, ya que el sustrato que contienen en sus tallos es aprovechado por diversas especies, como el ostión, los mejillones y hasta la broma para fijarse y así poder sobrevivir, logrando su reproducción”.
Por otra parte, el profesionista advirtió que la actividad de los productores de carbón tiene que regularizarse a la brevedad posible, ya que se tiene que buscar un justo equilibrio para que “estas personas sigan teniendo el sustento familiar pero sin depredar el mangle, no olvidemos que los intermediarios son los que se llevan la mayor parte de las ganancias y al final de cuenta, los carboneros siguen en la pobreza”.

MANGLARES, UNA
ESPECIE AMENAZADA

Resistentes por naturaleza, los bosques de mangle han tolerado tormentas severas y cambios de mareas por muchos milenios, pero ahora están siendo impactados por modernas invasiones. Actualmente los bosques de mangle se encuentran entre los hábitats más amenazados del mundo y están desapareciendo de manera acelerada, expresó el ecólogo José García.
Explicó que “las lenticelas en las porciones expuestas de las raíces del mangle son altamente susceptibles de taparse con petróleo crudo y otros contaminantes, ser atacados por parásitos y prolongadas inundaciones debido a diques y paredes artificiales. Los cambios en las áreas inter mareas pueden reducir la productividad del ecosistema del mangle y causar destrucción por los cambios drásticos en las áreas de drenaje y depósitos aluviales, efectivamente matando de inanición a los mangles y al hábitat”.
La intensa actividad química y biológica de los mangles los hace actuar como sumideros que concentran contaminantes. Algunos de estos contaminantes son sales, desechos orgánicos (drenaje), minerales tóxicos (metales pesados), químicos orgánicos (pesticidas y herbicidas), substancias suspendidas o flotantes que sofocan y reducen la luz y diversidad de especies en la sección subacuática del mangle, indicó.
Con el tiempo, el estrés sobre el medio ambiente puede matar un gran número de árboles de mangle. Además, las industrias del carbón de leña y madereras también han impactado severamente los bosques de mangle, al igual que el crecimiento de la industria turística y otros desarrollos costeros, aseveró.
Ante esta situación, la secretaría de Fomento Económico ha elaborado proyectos para producir alrededor miles de plantas de mangle en sus tres especies, la rhizophora mangle que es el mangle rojo; la avicennia germinans o mangle blanco y la laguncularia recemosa que es el mangle negro. Esto con la finalidad de replantar cientos de hectáreas de mangle, promediando unas mil plantas por hectárea, la mayoría son de mangle blanco que es el más depredado, el mangle negro en menor cantidad y las restantes de mangle rojo.
En dicho proyecto han trabajado los ejidatarios de Las Flores, técnicos por parte de la Administración Portuaria Integral (API) de Dos Bocas, así como un sinnúmero de alumnos de la Tele Secundaria “5 de Febrero”, quienes han plantaron miles de semillas de mangle de las tres especies.
García Jiménez estuvo como encargado de los trabajos en los viveros, y según la experiencia vivida aseguró que tanto los ejidatarios como los estudiantes y la población de esta comunidad, están conscientes de la importancia que revisten estas actividades, ya que la replantación permitirá que muchas zonas que han sido depredadas por el hombre, vuelvan a tener vida y proporcionen abrigo a las especies nativas.

URGE PROTECCION
DEL GOBIERNO

Los humedales costeros son una parte importante del hábitat marino que proveen una rica fuente de nutrientes para organismos que habitan el océano y también alimentan peces juveniles e invertebrados marinos. En la costa del golfo, muchos de estos humedales están marginados por arbustos y árboles llamados mangles, señaló el biólogo Álvaro Hernández, egresado de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT).
Explicó que “suelen tener un porte arbustivo, muy ramificado, y presentan un gran número de raíces zanco o fúlcreas para fijarse al fango, y de raíces respiratorias o neumatóforos. Estos dos tipos de raíces quedan al descubierto durante la bajamar y forman un entramado que alberga y proporciona refugio a multitud de especies animales, como peces, aves, reptiles y mamíferos. Además, constituyen zonas de apareamiento, cría y alimentación para gran número de peces y de invertebrados marinos”.
Al igual que la reserva ecológica de la Biósfera de los Pantanos de Centla, decretada el 10 de agosto de 1992 por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, los manglares de la costa tabasqueña, situados en los municipios de Paraíso, Comalcalco y Cárdenas, además de Centla, “deben de ser protegidos para que el hombre y sus industrias no continúen destruyendo esta increíble riqueza natural”, advirtió.
Es necesario también, agregó, que tanto los funcionarios de la empresa Petróleos Mexicanos, que contaminan y realizan actividades que dañan el ecosistema, como las autoridades federales y estatales que no regulan la tala inmoderada que llevan a cabo los campesinos y carboneros de la zona, respeten y hagan respetar las leyes, para que podamos decir que vivimos en un Estado de Derecho.
Hernández consideró que “la contaminación ambiental y la tala inmoderada son los dos principales enemigos de las reservas de mangle que existen en la costa tabasqueña, la muerte de estas especies es lenta pero segura y los efectos a largo plazo podrían ser devastadores, pues no hay que olvidar que éstos son una rica fuente de recursos pesqueros para muchas familias y el atractivo turístico que proporcionan no tiene comparación”, puntualizó.

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