16 de junio de 2009

La libertad de expresión, una decisión personal


por Eduardo Domínguez Sánchez
La libertad de expresión es un derecho del cual gozamos los mexicanos y que se encuentra enmarcado en nuestra Constitución General, gracias a quienes en el pasado lucharon por dejarnos un mejor país donde el Estado de Derecho prevaleciera.
Este derecho se encuentra plasmado en los artículos sexto y séptimo de nuestra Carta Magna, donde así se leen:
Artículo 6o.- La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley. El derecho a la información será garantizado por el estado.
Artículo 7o.- Es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquiera materia. Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni exigir fianza a los autores o impresores, ni coartar la libertad de imprenta, que no tiene más límites que el respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pública. En ningún caso podrá secuestrarse la imprenta como instrumento del delito.
Las leyes orgánicas dictarán cuantas disposiciones sean necesarias para evitar que so pretexto de las denuncias por delitos de prensa, sean encarcelados los expendedores, “papeleros”, operarios y demás empleados del establecimiento donde haya salido el escrito denunciado, a menos que se demuestre previamente la responsabilidad de aquellos.
Pero, ¿qué es en sí la libertad de expresión? ¿Qué dicen los grandes teóricos acerca de esta garantía constitucional?
Al respecto, he de citar a uno de los grandes periodistas y ensayista colombiano, Javier Darío Restrepo, autor de obras escritas magistralmente como La ética periodística, “El zumbido y el moscardón” donde aborda temas acerca de la ética periodística; Puebla para el pueblo (1980), Avalancha sobre Armero (1986), Del misil al arado (1989), Periodismo diario de televisión (1990), Más allá del deber (1992), La revolución de las sotanas (1995), Testigo de seis guerras (1996) y Desde las orillas (1996).
Darío Restrepo cita en su libro más reciente, “El zumbido y el moscardón”, que “hay una relación de causalidad mutua entre verdad y libertad que configura un círculo virtuoso, que podría resumirse en algo así como que la libertad es necesaria para llegar a la verdad, que a su vez nos hace libres”.
Añade Restrepo que “es imposible ser libre si se mantienen las dependencias. Esa ruptura es un acto personal, una decisión propia e irremplazable. Por eso puede afirmarse que uno comienza a ser libre cuando, por su propia cuenta, decide serlo. La libertad de nuestra profesión no es otra cosa que el resultado de una decisión personal.
“Nadie nos da la libertad: cada uno tiene la responsabilidad de conquistarla en un proceso exigente y diario de avanzar, de ir hacia adelante. Es tan apremiante como la obligación de encontrar la noticia de todos los días. Ahora, de nada nos sirve la expresión libertad de prensa si no está apoyada en periodistas libres. De manera que ésta se da, real y concretamente cuando el periodismo no está sujeto a dependencias de ningún tipo”.
En otro comentario al respecto, el escritor colombiano cita que “cuando la libertad, además de ser una actitud propia de cada periodista, se ha constituido en norma de este oficio, adoptada por importantes publicaciones, entonces queda la certeza de que no se trata de un asunto ligero, pues la independencia puede limitarse con regalos, privilegios y favores”.
Darío Restrepo, abunda en su obra acerca de la libertad de expresión, pero remata diciendo que “para el periodista es dañina la proximidad con el poder y que, a pesar de esa percepción, el caso más común es el acercamiento a los altos funcionarios como fuentes o como responsables de favores y privilegios.”, Hasta aquí los comentarios de Restrepo.
Retomando lo que cita la Constitución mexicana, en esta libertad se ha avanzado en su práctica. Hoy en día, en muchos diarios, programas de televisión, se abordan temas que antes eran intocables, así como los políticos en el poder a quienes hace unos 15 ó 20 años, no se les podía criticar porque quien lo hiciera era perseguido, entrampado o asesinado. Ha habido avances en esta materia, aunque todavía quedan rezagos, aún hay quienes prefieren vivir en el pasado y se oponen a estas libertades y, en consecuencia, atentan contra quienes ejercen ese derecho de manifestar sus ideas o de escribirlas.
Ahora bien, hay quienes aprovechando esta libertad caen en el libertinaje y hacen mal uso de este derecho, en detrimento de la sociedad y del buen periodismo, ya sea por prepotencia o por ignorancia. Un ejemplo de esto, es lo que señalan los artículos citados, que limitan la libertad de expresión cuando se atenta a la moral y es aquí donde surgen las dudas y las interrogantes: ¿será moralmente correcto lo que publican algunos periódicos? En el caso de Tabasco, ¿se apega a este mandato constitucional y a la moral, lo que publican los sangrientos y pornográficos diarios El Sol del Sureste y El Criollo? ¿Qué acaso estas publicaciones no afectan a los derechos de terceros, cuando publican las imágenes de las personas muertas y éstas tienen que ser vistas por los familiares de los occisos?
En realidad en este aspecto no se cumple con la Constitución y esta tarea corresponde a quienes cuando asumieron el poder, se comprometieron bajo juramento a cumplir y hacer cumplir la Constitución política y las leyes que de ella emanen.
Cito de nuevo a Javier Darío Restrepo para ilustrar de manera académica las normas que deben regir a los medios morbosos:
“Es el primer compromiso del periodista entregar la verdad de lo que sucede; pero una verdad total. Las cascadas de sangre o los interminables casos de corrupción que aparecen en los medios, son la verdad, pero no toda la verdad.
“Según la práctica de los medios sensacionalistas, se destaca la parte de la verdad que más excita y que, por tanto, más conviene a los intereses comerciales de los canales de televisión o de los periódicos, porque es un hecho sabido que la sangre y el sexo venden (…) Ni eso que se cuenta es toda la verdad del hecho, ni ese hecho es todo lo que sucede; por tanto esa preferencia por lo violento atenta contra la verdad porque la recorta. Es una verdad a medias”.

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VOZ DE PUEBLO

por Lic. Ciro Burelo Magaña
Aquí con ustedes amables lectores, con la resaca de la influenza que, sumada a los males que aquejan a nuestro país, dejó un sabor amargo que todavía no pasa por los estragos que causó a la nación en materia turística, empresarial, educativa y en otros rubros; lo malo es que México fue el “chivo expiatorio” ante esta pandemia.
También la crisis económica ya se siente en todos los rincones de la patria, el desempleo por despidos masivos es el pan de cada día; estamos en recesión, sólo nos alienta que los precios del petróleo están a la alza y que el peso mexicano se ha recuperado un poco frente al dólar; pero hay otro gran problema: la lucha encarnizada entre los distintos cuerpos de seguridad y el crimen organizado, no hay tregua y nadie da un paso atrás, pero lo peor es que es una guerra desigual porque en los tres niveles y en los cuerpos de seguridad la corrupción en este ramo llegó hasta el tuétano y ya no se confía en nadie, los centros penitenciarios ya son insuficientes, tal parece que como se ven las cosas ya no habrá quién cierre las rejas. ¡Pobre México!
Ante la sorpresa de los rancios güerejos, pecosos de ojos azules y capitalistas negros, el presidente de la Unión Americana, Barack Obama, fue hasta Egipto para coquetear ante las pirámides con la comunidad musulmana, mientras en la frontera con nuestro país se sigue construyendo un alto muro que sólo detiene a los latinos que van por el sueño americano, pero no el ingreso diario a México de todo tipo de armas que van a parar en manos de la delincuencia organizada; así, el presidente Calderón, los gobernadores y todos los cuerpos de seguridad de México nunca van a terminar con la inseguridad que vive la sociedad mexicana, o sea que es un cuento de nunca acabar…
Por otro lado, no se vale que el gobierno del presi Calderón, para exhibir a los gobiernos estatales priístas, haya desatado una cacería de brujas violando la soberanía de estas entidades federativas en pleno proceso federal electoral… no se vale también que por la irresponsabilidad de la Conagua y las compañías constructoras se satanice al gobernador Granier por el poco avance del Plan Hídrico y la nueva amenaza de otro baño de agua a Villahermosa y sus alrededores…
Malas noticias del Imperio: De los excedentes petroleros, si es que los hay, ya no se destinará nada para los estados y de contra les están recortando las participaciones federales. Así se las gasta el gobierno federal, quede federalista tiene muy poco.

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