2 de febrero de 2010

SITET: aristócratas disfrazados de obreros

Ramiro González Domínguez(ragodo_3@hotmail.com)


Escribo esta colaboración para comentar sobre un problema que en definitiva impide que un país avance: los sindicatos charros. Estos gremios fueron alguna vez parte de la maquinaria del gobierno priista, eran apéndices del mismo que funcionaban como su clientela y en otros casos como sus títeres. A raíz de la salida del PRI del gobierno federal muchos de estos sindicatos obtuvieron de golpe una gran autonomía, la cual algunos aprovecharon para amasar poder e independizarse, mientras otros se unieron a los partidos políticos en el poder (PRD o PAN) para seguir viviendo del erario.
El principal problema de estos sindicatos charros es que se encuentran muy lejos del espíritu verdadero de un sindicato, es decir, defender a su agremiado ante los abusos. En realidad se han vuelto minas de oro para sus dirigentes, barreras para el progreso de muchas instituciones y, por lo tanto, del desarrollo de la nación. Los sindicatos defienden a muerte a sus agremiados a pesar de que sean una carga para las instituciones públicas o empresas privadas donde trabajan.
Se impide que sean despedidos por su mal desempeño o que se les exija que trabajen adecuadamente. También se han vuelto fuente de corrupción, puesto que malversan fondos de sus agremiados o trafican influencias en contratos de obras públicas o empleos y hasta llegan a robos de material de trabajo. En los casos más extremos, se vuelven tan poderosos que pueden cerrar empresas, instituciones y vialidades, para evitar que sus dirigentes sean juzgados por sus crímenes.
Para acabar con estos sindicatos se debe elevar los costos sociales y económicos de su comportamiento al máximo. Esto se podría lograr si se implementan pequeñas reglas: obligar a que se democraticen y no haya reelección; los líderes sindicales no pueden ocupar cargos de elección pública, a menos que renuncien al sindicato y su liderazgo; obligarlos a que tengan una declaración transparente del uso de sus recursos, así como someterlos a fiscalización y auditorias. Esto evitaría por un lado los cacicazgos eternos en los sindicatos (fuente de acumulación de poder y corrupción). El que no puedan ocupar cargos de elección pública evitaría que alcanzaran la impunidad que les brinda el fuero ante las leyes. Finalmente, la transparencia, la fiscalización y las auditorias harían altamente costoso la malversación de fondos y la corrupción; pues podrían enfrentar castigos por ello.
Ahora bien, ¿por qué deberían sujetarse a estas normas? Simplemente porque no puede haber instituciones antidemocráticas participando en la vida pública democrática de un país, no puede haber instituciones que reciban dinero público y no informen ni sean fiscalizadas y mucho menos auditadas, y no se puede permitir que organizaciones antidemocráticas y corruptas impidan el desarrollo del país sólo para beneficiar a sus líderes.
Lo anterior viene a colación por las graves deficiencias de la educación pública, así como el ausentismo y la poca dedicación de los maestros en las escuelas con sostenimiento estatal y federal que han propiciado que la educación privada crezca a un ritmo sostenido en Tabasco; se calcula que el ensanchamiento de la matrícula cada año es del orden del 10 por ciento.
La prueba ENLACE (Examen Nacional de Logro Académico de los Centros Escolares) aplicada recientemente en todo el país arrojó resultados dramáticos para este sector en nuestra entidad. Muestra que las escuelas secundarias de Tabasco de un total de 32 entidades obtuvieron el último lugar en matemáticas, mientras que en español se ocupó el lugar 30.
Lo mismo sucede en las primarias, donde Tabasco quedó en penúltimo lugar en matemáticas y 29 en español, incluso superado por Chiapas y Oaxaca, considerados con mayor rezago educativo. Y cómo no va a ser superado, si estos holgazanes se la pasan siempre fuera de las aulas. Pareciera que el “flamante” líder del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de Tabasco (SITET), Roger Arias, ha perdido el rumbo, logrando que ese gremio vaya en retroceso.
Roger Arias quizá ya olvidó que en su discurso de toma de protesta se comprometió a ser respetuoso de las autoridades gubernamentales y trabajar de la mano con la Secretaría de Educación. Ahora resulta que siempre no, y ha programado una serie de movimientos magisteriales para destabilizar al estado, teniendo en la mira pedir la cabeza de la titular de esa dependencia; en 2008 fracasó en su intento, pero para 2010 es su meta, y lo esta demostrando con sus arbitrarias acciones, al incitar a los maestros a abandonas la aulas para ir a las calles a enseñar su ignorancia perjudicando a terceros que sí trabajan para ganarse el sustento cotidianamente.
Si bien es cierto que están en su derecho, eso no les da razón para desestabilizar al estado mediante marchas y toma de instalaciones públicas. ¿Sabrá el ‘maestrito’ que en tiempo de crisis, cuando la paz social de los pueblos pende de un hilo, cuál debe ser el papel de los sindicatos y cuáles las características de la negociación colectiva ante situaciones de este tipo, o se hace el ‘payaso’?
Lo que sí sabe Roger el ‘payaso’ es que desde hace un tiempo el SITET le ha permitido exigir canonjías y como no ha encontrado respuesta para él, le pasa la factura a las autoridades, esto sin contar las cuotas sindicales que recibe de los aproximados ocho mil trabajadores de ese gremio que hoy en día es un cuantioso botín para el pseudolíder gremial; esa es una razón por la que se ha convertido en uno de los líderes más activos en Tabasco, tanto que ha cambiado su estrategia de presión y pasar de las movilizaciones a los bloqueos, como lo ocurrido el pasado martes en el velódromo. Hemos seguido con detenimiento su comportamiento como representante sindical, y lo que parece demostrar es que no tiene alas y no le interesa que se cumplan los acuerdos con las autoridades educativas, por lo que se mantendrá bloqueando calles y avenidas de esta capital.
Para molestia y enojo de quienes salen afectados y al final sabe usted quiénes son, nosotros, los villanos, es importante mencionar que luego de que no le dieron resultado las manifestaciones en los últimos meses que ha realizado bloqueos en Paseo Tabasco, dos en el velódromo, dos más en Paseo Usumacinta y cinco más en Plutarco Elías Calles, muy al estilo de una ruda disidencia magisterial que no existe, sólo que su origen fue y debemos recordarlo bien, el SNTE, el sindicato que hoy detesta, el de Elba Esther Gordillo, en donde han salido todos los lideres independientes o no independientes, y que ahora se están tratando de querer limpiarse de todo ello, cuando en verdad son una banda de aristócratas disfrazados de obreros que han supeditado la lucha de clases a la lucha por mantener el poder a través sillón sindical, garantiza el sueldo y salir en la foto.

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