21 de diciembre de 2008

EDITORIAL


Renovamos votos, a 12 años de vida periodística

Han transcurrido 12 años desde que un puñado de jóvenes periodistas paraiseños dieron vida a un sueño largamente postergado. Con muchas dificultades y pocos recursos financieros, pero eso sí, llenos de entusiasmo ante la aventura en ciernes —el viaje de su vida, definieron entonces—, fueron conformando un grupo de trabajo igualmente entusiasta, y pronto sacaron a la luz pública la primera edición de este medio que tienes en tus manos, apreciable lector.
“La Edición” fue parida el 30 de octubre de 1996 en las planchas de una prensa propiedad del compañero periodista y amigo Ezequiel Luna Arias, director de la revista “Chontalpa”, editada en Cárdenas. Los primeros dos números fueron en formato tabloide y a partir del tercer aniversario se convirtió a tamaño carta, impreso aún en blanco y negro. Fue en el quinto año cuando las condiciones económicas nos permitieron imprimir la portada y contraportada en color. Un gran logro porque reflejaba la consolidación de nuestro proyecto inicial.
El siguiente paso era contar con una rotativa propia para alcanzar la autosuficiencia en los procesos de edición e impresión. No obstante, este era un gran reto ya que, como todo el medio periodístico sabe, adquirir una maquinaria representa un enorme gasto, amén de los costos de producción y mantenimiento. No fue sino hasta este 2008 cuando se concretó dicha meta, gracias a la sociedad establecida con la rediviva publicación hermana “La Voz del Puerto”, que desde hace tres años han caminado paralelamente, compartiendo aspiraciones, logros y fracasos.
El camino ha sido harto difícil. Las estrecheces económicas, los vaivenes de la política (tan ligada a la actividad periodística), los encuentros y desencuentros con personajes que han sido estelares en las páginas de “La Edición”, las presiones de los grupos de poder autoritarios y vanidosos… En fin, tantos avatares han ocurrido en esta primera docena de aniversarios, que es un buen momento para volver la vista atrás y hacer una retrospectiva del trabajo realizado hasta la fecha, en aras de evolucionar constantemente en la brega diaria de ofrecerte un concepto periodístico fresco, atractivo y honesto.
Renovarse o morir, cita una máxima de singular vigencia en estos tiempos de vertiginosos cambios tecnológicos y voraz competencia. Fieles a este concepto, quienes hacemos “La Edición” renovamos votos, invertimos todo nuestro esfuerzo para seguir vigentes y refrescamos el formato de la revista, al igual que refrendamos nuestro compromiso de publicar siempre un medio que rescate de la marea informativa los temas de mayor trascendencia en los ámbitos social, cultural y político, para que llegue a tus manos un análisis serio, inteligente y objetivo de lo que pasa en nuestro México y, especialmente, en Tabasco y el terruño paraiseño.
Gracias a este afán de trascender —las palabras se las lleva el viento o se escurren en la fragilidad de la memoria, en cambio el medio escrito perdura como testimonio fehaciente—, el staff editorial ha preparado para ti, lector paciente, una serie de reportajes, semblanzas y entrevistas a manera de fascículos que muy pronto comenzarán a ver la luz pública, relacionados con personajes que han contribuido de alguna manera a forjar el desarrollo de nuestro municipio en todos los aspectos de la vida cotidiana.
Estas son, pues, algunas de las aportaciones que “La Edición” tiene para la comunidad, con el propósito de sumarse al esfuerzo diario de coadyuvar a formar una sociedad más sensible, culta y preparada, a fin de que juntos, tú, yo, nosotros y todos los demás, tengamos la capacidad para ejercer con plenitud nuestra incipiente democracia y podamos elegir correctamente a nuestros gobernantes, no a los más populares (que suelen fracasar en su intento de mejorar las condiciones de vida de sus gobernados) sino a los más preparados para ejercer correctamente el poder que el pueblo les confiere.
Gracias, amigo lector, por apoyarnos durante estos 12 años de trabajo periodístico. Gracias por leernos, por interesarte en la vida pública, que atañe directamente a tu comunidad y por ende a tu familia. Gracias finalmente por aceptar el reto de sumarte a nuestro esfuerzo, que también es el tuyo: trabajar con honestidad para heredarle un buen nombre a nuestros hijos.

No hay comentarios: