31 de agosto de 2009

Atracan soldados y personal de Pesca a humildes expendedores de ostión


Eduardo Domínguez Sánchez
RA. EL BELLOTE, PARAÍSO, TAB.- Abusando del uniforme y de la autoridad que les da el portar armas, elementos del Ejército Mexicano asignados a la jefatura de Pesca ubicada en la villa Puerto Ceiba han venido cometiendo atracos en contra de más de cincuenta pescadores libres que expenden ostión en bolsa, caracol y almejas, por lo que, cansados de tantos abusos, decidieron armarse con palos y piedras, lo que suscitó un primer enfrentamiento.
Pese a que la veda del ostión salió hace más de un mes y medio, los militares con el personal de inspección de la Jefatura de Pesca de Puerto Ceiba frecuentemente realizan operativos en la colonia Miguel de la Madrid (El Bellote), en donde estos pescadores libres se colocan a un costado de la carretera federal Paraíso-El Bellote para vender en bolsas sus productos, llegando con prepotencia y lujo de violencia a decomisárselos y llevarles todas sus pertenencias que con tanto sacrificio han comprado, como sus cubetas y sillas e incluso el dinero ganado por sus ventas.
En un documento respaldado por 50 firmas dirigido al gobernador del estado, Andrés Rafael Granier Melo, los denunciantes acusan que estas prácticas ilícitas las vienes cometiendo los militares desde hace varios meses, por lo que siempre que los venían venir salen corriendo dejando tirados sus productos, incluso eran perseguidos y maltratados por los uniformados, pero que, cansados de estas injusticias, decidieron enfrentarlos con palos y piedras.
Afirman que han sido respetuosos de las vedas y de las leyes ambientales, pero que por el hecho de no pertenecer a una cooperativa se ven obligados a vender sus productos en los kioscos que se encuentran a la orilla de la carretera, porque es la única opción de empleo que tienen con la que se sostienen más de 100 familias.
En el punto cuatro del documento denuncian: “Desde hace un mes y medio aproximadamente a la presente fecha, los soldados del Ejército Mexicano, vestidos con uniforme con figuras de color gris y verde, adscritos al destacamento de la SAGARPA, ubicado en la Villa Puerto Ceiba, Paraíso, Tabasco, acompañados del personal de esta Secretaría, se han hecho más presentes en nuestros lugares de expendio, donde atienden principalmente las mujeres, llegando por lo regular unos 30 soldados en tres vehículos cada vez que nos visitan, lo que sucede de lunes a sábado de cada semana, y cuando se bajan lo hacen en un plan amenazante, y con toda violencia nos dicen que hay veda porque en la laguna Mecoacán hay un virus del cólera y que como el ostión está contaminado, que les entreguemos los productos que tienen a la vista, y si no lo hacemos los toman por la fuerza, en ocasiones se los llevan para su propio consumo, porque así lo hemos visto, y si ponemos resistencia en el mismo lugar los esparcen en el pavimento para que ya no los podamos vender, lo que nos humilla en gran manera, porque nosotros con gran sacrificio nos internamos en las lagunas para sacar nuestro día y poder sostener a nuestra familia y estos servidores públicos sin contar con ningún documento oficial nos intimidan, nos agreden y nos quitan el pan de la boca”.
Afirman que en la actualidad no hay veda alguna, ya que el ostión se vende en todos los restaurantes por medio de facturas de las cooperativas pesqueras y se les ofrece y vende a los comensales “y como nosotros somos libres, es decir, no pertenecemos a ninguna cooperativa, no nos permiten vender nuestros productos, y debido a que no le damos ningún tipo de beneficio a los soldados y empleados de la Sagarpa, no quieren que vendamos nuestros productos y como muestra de esta situación es el hecho de que los restauranteros le dan comida a los soldados y a los empleados de la Sagarpa, lo que es un acto de corrupción, por lo cual pedimos que se nos respete en nuestra profesión”, indican.

El zafarrancho

Los ostioneros citan que el pasado viernes 14 de agosto, como a las 11:30 de la mañana, se encontraban expendiendo sus productos, los señores Fito Hernández, Rosa Hernández, Juan Calles Pérez, Jorge Hernández Torres, Janet de la Rosa Hernández y Rocío Valenzuela García, cuando se presentaron hasta ese lugar el personal de la Sagarpa y 10 elementos del Ejército, encabezados por un hombre de la Sagarpa como de 40 años de edad, de tez morena y robusto, de 1.85 de estatura aproximadamente y les pidieron que les entregaran sus productos porque había veda.
En respuesta, los expendedores de ostión les solicitaron que les mostrara el documento oficial donde ésta se decretaba conforme a la ley, pero se negaron argumentando que no tenían por qué darles explicaciones y acto seguido comenzaron a agredirlos físicamente y a apuntarles con sus ametralladoras, mientras les reventaban las 10 bolsas de ostión que tenían para vender, acciones que consideran violatorias de sus garantías individuales.
Por todo lo anterior, con urgencia piden la intervención del gobernador Andrés Granier Melo para que cesen estos atropellos y se les permita trabajar para poder llevar el sustento diario a sus familias, ante esta difícil crisis económica por la que atraviesa el país.

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